Continuando
con el tema de la convivencia y la acción tutorial (tema
8) vamos a analizar a nivel de Consejo Escolar, Junta de delegados
de alumnado y AMPA (tema 9) las conductas que se están
sucediendo en el Colegio para su análisis y posibles
soluciones a tomar:
- Agresiones físicas o morales de ciertos alumnos de 5º de primaria a otros compañeros y compañeras del mismo curso y curso anteriores.
- Los hurtos y daños materiales en el centro producidos por este alumnado.
Para
ello trataremos el tema en los órganos de participación del Centro,
constituyendo cada uno de los órganos de participación para tomar
las decisiones sobre este tema, teniendo siempre presente la
normativa actual.
Esta
práctica la desarrollaremos igual que hicimos en clase de forma
dinámica e interactiva donde la clase se dividió en Consejo Escolar
con el director/a, jefe/a de estudios y secretario/a; profesores;
AMPA y Junta de delegados para resolver el caso de un alumno con
conductas inadecuadas siguiendo lo establecido en el Decreto 39/2008
y tomar una solución.
Consejo
Escolar:
El
Consejo escolar integrado por: director/a, secretario/a y jefe/a de
estudios, comienza la reunión.
El
director abre el debate exponiendo el caso de Raúl, un alumno de 5º
de primaria que desde hace un par de semanas lleva a cabo una
conducta inadecuada al agreder tanto física como verbalmente a sus
compañeros de su curso y cursos anteriores y además, ha realizado el
robo de un ordenador y ha dañado materiales del centro escolar.
Tanto el director/a como jefe/a de estudios han hecho hincapié en la
gravedad de sus actos al incumplir una serie de deberes del alumnado,
contrarios a las normas de convivencia.
El
Consejo Escolar tratará de ir dando paso a los demás miembros de la
comunidad educativa, a la vez que irá constando en acta todas las
opiniones para más tarde tomar una decisión en forma de votos
aunque la última decisión la tendrá el director.
Profesores:
Aquí
es cuando interviene la tutora de Raúl y expone el mal
comportamiento del niño dando su opinión. La tutora expone que ha
intentado reunirse reiteradas veces con los padres del alumno sin
éxito alguno, por lo que culpa en parte la conducta de Raúl por la
irresponsabilidad de sus padres.
Además,
reitera que hay factores psicológicos que influyen en el
comportamiento de Raúl, tal como ha podido comprobar el
psicopedagogo del centro, quien añade que su comportamiento en clase
puede deberse a situaciones personales que han afectado a su
rendimiento académico.
AMPA:
En
este momento es cuando el padre del alumno participa y expone que no
ha podido reunirse con la tutora por temas de trabajo, además,
piensa que la actitud de su hijo en casa es adecuada pero que
recientemente se ha divorciado de su mujer y esta, ha fallecido hace
unos pocos meses, por lo que el psicopedagogo del centro y la tutora
podrían estar en lo cierto. Sin embargo, defiende a su hijo y hace
hincapié en que el comportamiento de su hijo es el correcto y que no
ha podido observar ningún tipo de mala conducta y es más, no ha
encontrado ningún ordenador supuestamente robado por su hijo.
Además,
muchos de los padres de alumnos agredidos hablan y dan su opinión,
culpando a profesores de la falta de control sobre los alumnos y
exigen medidas que lo solucionen, haciendo referencia a la expulsión
directa del alumnado con faltas graves.
El
Consejo Escolar se defiende aportando información sobre la
existencia de una Junta de Delegados.
Junta
de Delegados:
Tras
la aportación del Consejo Escolar, interviene la Junta de Delegados.
Estos afirman el tener un grupo de mediación y el intentar controlar
a los alumnos en el recreo y otros horarios. Además, convocan
reuniones con los alumnos afectados y tratan de solucionarlo junto
con la intervención de los profesores.
En
relación al caso de Raúl, un alumno, compañero de este en clase,
trata de contradecir lo dicho por la tutora y afirma que Raúl tan
solo realiza unas pequeñas bromas sin maldad, dando a entender que
el resto de compañeros exageran. Por ello, la Junta de Delegados se
justifica diciendo que tanto por las opiniones contradictorias de los
compañeros como por falta de tiempo no han podido encontrar
solución.
La
Junta de delegados expone la necesidad de ciertas medidas de
seguridad, pues a falta de cámaras en las clases, ya que están
prohibidas, se pueden poner en ciertos pasillos o patio, donde no
afecte a la intimidad del alumnado y profesorado. Además, la
mediadora de 6º de primaria ve necesario el cerrar las puertas de
clase después de dar clase y cuestiona la tarea del profesor de
informática, al no comportarse de manera responsable y no saber cómo
ha podido desaparecer un ordenador.
Tras
este pequeño debate entre los diferentes órganos de la comunidad educativa se lleva a una votación sobre si se debe expulsar o no al
alumno durante un periodo de tiempo. Algunos profesores están de
acuerdo, otros, incluidos la tutora no ven la expulsión como una
solución. Además, los padres piensan que esta medida es
insuficiente, mientras que el padre no está de acuerdo y continúa
culpando del comportamiento de su hijo al centro escolar por su falta
de actuación. La Junta de Delegados se abstiene al no poder votar y
se acaba concluyendo la reunión con una mayoría de votos que
adjudican la expulsión de Raúl. Por último, tanto la tutora como
el psicopedagogo del centro se ponen de acuerdo en realizar una serie
de terapia o charlas continuadas con Raúl y su padre para
profundizar en las causas de su comportamiento e intentar rectificarlo.
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